SEP 1963

Nuestra Historia

Fundada en la constancia, algunos heredan la tierra, otros la trabajan. El esfuerzo diario, a veces silencioso, carga más que el cuerpo: fortalece el alma. El amor al campo no grita, pero permanece. No todo es visible: la leche fluye, la vida nace, pero hay sacrificio. Lo común se repite, pero lo valioso se cuida. La tierra enseña a esperar, el ganado a confiar. Algunos llaman suerte, otros llaman trabajo. Lo que crece en San Manuel II no solo se mide en litros o crías, sino en el tiempo sembrado. Lo que parece rutina, es legado. Y en el dolor del campo, también hay futuro.